Etapas de la civilización griega III. El siglo IV.

El restablecimiento de la democracia en Atenas

Cuando los Treinta enviaron contra Trasibulo y otros que se habían apoderado de File, ciudad próxima a Beocia, un ejército poderoso que salió humillantemente derrotado, comenzaron a sentirse inseguros. Lisandro se disponía a cercar el Pireo. Pero el rey de Esparta Pausanias no permitió que Lisandro siguiera interviniendo en los asuntos de Atenas. Se favoreció la reconciliación entre Atenas y el Pireo y se decretó una amnistía de la que quedaron excluidos los supervivientes de los Treinta. Se restableció la democracia con sus instituciones. Se permitió que los oligarcas que lo desearan se retiraran a Eleusis, que fue autónoma hasta 401 a.C.

La hegemonía espartana

Esparta dominó la política griega desde 404 a.C., fin de la Guerra del Peloponeso, hasta 371 a.C. Lisandro impuso en toda Grecia gobiernos oligárquicos, que defendieran los intereses espartanos, y esto creó un malestar creciente. Esparta dejó Asia Menor en manos de los persas. En 401 a.C. Ciro, tras reclutar diez mil mercenarios griegos, salió de Sardes con rumbo a Babilonia para enfrentarse a su hermano Artajerjes. El enfrentamiento acabó con la derrota de Ciro en Cunaxa. Y los griegos, sin jefe y sin causa por la que luchar, tuvieron que volver a su patria, como cuenta Jenofonte en su Anábasis.

Las ciudades griegas de Jonia, asediadas por Artajerjes, pidieron ayuda a Esparta, que en 399 envió al navarco Tribón y a Derclidas. Mientras tanto subió al trono de Esparta el rey Agesilao, con el apoyo de Lisandro. Agesilao se trasladó a Asia Menor y las ciudades griegas escaparon al dominio persa. Mientras Agesilao estaba aún en Asia, el ateniense Conón, estratego fugitivo de la batalla de Egospótamos y refugiado en Chipre, había preparado una flota con dinero persa, con la que derrotó a la flota espartana en la batalla de Cnido (394 a.C.).

 Guerra de Corinto

Los espartanos se propusieron atacar Beocia. Tebas había pedido ayuda a Atenas, que creyó que era el momento de hacer frente a Esparta, por lo que el ejército de Pausanias se encontró entre el tebano y el ateniense. Pausanias pidió una tregua para recoger los muertos y se la concedieron a condición de que se retirara de Beocia.

La coalición de Tebas y Atenas se amplió a Corinto y Argos. Las tropas de esta coalición bloquearon el istmo de Corinto para que Esparta no pudiera salir del Peloponeso. Agesilao cruzó Tesalia a toda prisa y se enfrentó a las tropas de la coalición en Coronea en 394 a.C., y aunque consiguió la victoria, no pudo romper el cerco del Istmo y tuvo que regresar a Esparta por mar. Mientras tanto, Conón y el sátrapa Farnabazo fueron desalojando a los harmostas espartanos de todas las ciudades griegas de Asia Menor. Esparta intentó negociar la paz primero con los persas y después con los atenienses, pero sus propuestas fueron rechazadas. Mientras tanto Atenas estaba recuperando su antiguo imperio.

 Segunda liga marítima ateniense

En 378 a.C. los atenienses invitaron a algunos Estados a unirse a ellos contra Esparta. Se creó un Consejo de los aliados que tomaría sus decisiones junto con la Asamblea Popular ateniense. La liga era un pacto de defensa mutua. No se crearon las cleruquías de atenienses en el territorio de los aliados. Poco a poco se fueron sumando a la liga otros Estados. Esparta siguió enviando sus ejércitos contra Tebas. Atenas con el transcurrir del tiempo volvió al viejo esquema imperialista y a mitad de siglo (355 a.C.) se vio obligada a reconocer la independencia de Rodas, Quíos y otras islas. Con ello terminó definitivamente la Segunda liga marítima ateniense.

 Hegemonía de Tebas (371 - 362 a.C.)

En otoño de 379 a.C. estalló en Tebas una sublevación contra la guarnición que Esparta tenía en la ciudad. Ésta fue expulsada y se restableció el régimen democrático y la Liga beocia.

En 371 a.C. Epaminondas fue elegido beotarca y enviado a Lacedemo­nia para firmar un nuevo tratado de paz entre todos los griegos, promovido por Esparta, pero el intento de paz fracasó. Agesilao le declaró la guerra a Tebas, que desde la expulsión de la guarnición espartana se había preocupado de organizar su ejército, incluida la creación de la llamada guardia sagrada.

En 371 a.C. tuvo lugar en las cercanías de la ciudad beocia de Leuctra un combate entre los ejércitos espartano y beocio comandado por Epaminondas. La milicia beocia obtuvo una resonante victoria sobre el ejército espartano. Epaminondas, convertido en el árbitro de la política griega, impuso la alianza con Tebas a toda la Grecia central.

En 370 a.C. invadió el Peloponeso y en la primavera de 369 a.C. reconstruyó Mesena, capital de Mesenia, y la pobló con mesenios liberados y con enemigos de Esparta. La pérdida de Mesenia, la región más fértil del es­tado espartano, fue un golpe decisivo del que Esparta no se recuperó nunca.

Epaminondas dirigió otras expediciones al Peloponeso para mantener en esta península la hegemonía de Tebas, y a Tesalia para combatir a los tiranos de Feras y liberar a Pelópidas.

En 363 a.C. recorrió el mar Egeo al mando de una flota y consiguió la alianza de Rodas, Quíos y Bizancio, para oponerse al poderío marítimo de Atenas. Un año después se formó una alianza entre Atenas, Esparta, Mantinea, los eleos y los aqueos, para enfrentarse a Tebas, pero Epaminondas invadió de nuevo el Peloponeso e intentó apoderarse de Esparta, que Agesilao consiguió salvar, y posteriormente atacó Arcadia. Venció a los aliados en Mantinea en 362 a.C., pero fue mortalmente herido en la batalla y con su muerte se desvaneció la hegemonía de Tebas.

La aparición de Macedonia

En el año 359 a.C. subió al trono de Macedonia Filipo II, hermano de Pérdicas. Había sido educado en Tebas junto a Epaminondas. Helenizó a toda la nobleza que le rodeaba. Creó un ejército nacional macedonio. Se apoderó de Anfípolis y de las minas de oro del Pangeo, con lo que obtuvo recursos para completar su ejército y acuñar una moneda macedonia. Se enfrentó a los atenienses para tener una salida al mar y terminó por apoderarse de Olinto y Pidna.

Los atenienses, desconfiados del poder que estaba acumulando Macedonia, trataron de organizar un frente antimacedonio. Demóstenes intentaba levantar los ánimos de los atenienses con el recuerdo de viejas glorias.

Fachada de la tumba de Filipo II de Macedonia en Vergina. La tumba, hallada afortunadamente sin saquear, ha proporcionado magníficos objetos de oro y materiales preciosos que se conservan en el Museo Arqueológico de Salónica.

Batalla de Queronea y sus consecuencias

Cuando Anfisa fue conquistada por Filipo, Atenas y Tebas se enfrentaron a su ejercito el año 338 a.C. en Queronea. Los atenienses, que combatieron en el ala izquierda contra las tropas macedonias mandadas por Filipo, llevaron las de ganar, pero el ala derecha, en la que combatían los tebanos, fue arrollada por la caballería macedonia, mandada por Alejandro. Los atenienses fueron rodeados y hechos prisioneros.

Las consecuencias de esta batalla para Tebas fueron la ejecución o destierro de los jefes de los partidos antimacedonios, la autonomía de las ciudades beocias y la imposición en Tebas de una guarnición macedonia. En cambio Atenas, que había sido la promotora de todo el conflicto, recibió un trato especial. Sus prisioneros fueron liberados sin rescate, Alejandro en persona entregó los restos de los muertos en combate a una Atenas presa del pánico y en la que sólo el Areópago mantuvo la calma para negociar la paz por medio de Esquines, Demades y Foción. Atenas recuperó Oropo, que había entregado a Tebas, pero perdió el Quersoneso. La confederación marítima y terrestre que Atenas encabezaba fue disuelta.

En 337 a.C. Filipo reunió un Congreso en Corinto al que acudieron todas las ciudades griegas menos Esparta. Se constituyó la Liga de Corinto. Filipo fue proclamado comandante supremo (hegemón) de esta Liga y se le declaró la guerra a Persia por la destrucción de los santuarios griegos en 480 a.C. Tras la muerte prematura de Filipo, asesinado a los 47 años, asume el poder de Macedonia su hijo Alejandro; con él comienza una nueva era en la historia de Grecia y de Occidente.

 

Recuerda

  • Tras el restablecimiento de la democracia en Atenas y el período de hegemonía espartana, se producen la guerra de Corinto y la creación de la segunda liga marítima ateniense.
  • Después de un período de hegemonía de Tebas, aparece en escena Macedonia, que abrirá una nueva era en la historia de Grecia.

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