La paz de Nicias y la expedición a Sicilia
Con la muerte de Pericles hicieron su aparición los demagogos, personajes más interesados en su propio beneficio que en el de la ciudad. Uno de ellos, Cleón, estuvo al mando de las operaciones militares de Atenas a partir de entonces. Cambió la estrategia y atenienses y espartanos sufrieron varias derrotas y victorias hasta que en el 421, impulsada por el general Nicias se firmó una paz. Según esta, atenienses y espartanos volvían a sus posiciones de antes de empezar la Guerra.
En la primavera de 415, a pesar de la oposición de Nicias, Alcibíades logró que se aprobara el envío de una flota a Sicilia. En vísperas de la partida de la flota, aparecieron mutiladas las estatuas de los Hermes y al mismo tiempo se difundió que en algunas casas se estaban parodiando las representaciones sagradas de los misterios de Eleusis. Se acusó de todo ello a Alcibíades, pero se dejó partir la flota. Una vez que arribó a Sicilia, se envió a buscar a Alcibíades, pero éste se refugió en Esparta.
La expedición a Sicilia terminó con la total derrota de la flota ateniense, la muerte de sus generales Nicias y Demóstenes y la venta como esclavos de los soldados que sobrevivieron.
Desde este momento Persia intervino abiertamente a favor de Esparta a cambio de que ésta le dejara las manos libres en los asuntos de las comunidades griegas de Asia Menor.
De las llamadas "latomias" (canteras) de piedra caliza de Siracusa se extrajeron los bloques con que se construyeron los edificios públicos de la ciudad. Cuando las canteras se agotaron, las cavidades dejadas por la piedra extraída fueron usadas como prisión. Aquí encerraron a los 7000 prisioneros griegos tras la expedición a Sicilia en 415 a.C. Sólo se salvaron los que fueron vendidos como esclavos o los que sabían recitar versos de Eurípides de memoria, que también se libraron de la muerte. |