A la hora de la verdad casi nadie utiliza equipos complejos de análisis o predicción del comportamiento acústico de un sistema de sonorización para directo.
En realidad la generación del sonido directo es muy sencilla: tener los micros bien colocados, instrumentos que suenen bien, y una batería afinada. Si el cantante canta bien, tanto mejor. La gente paga por escuchar y no debe sentirse defraudada con un mal sonido. Otra cosa es que los artistas sepan transmitir bien lo que interpretan.
A la hora de sonorizar, lo más importante es lograr una cobertura uniforme, y que todo el público escuche por igual: No vale que los que están delante se tengan que tapar los oídos y los que están detrás no oigan nada.
Es importante lograr una SPL (sound pressure level) o nivel de presión sonora sin distorsión. Lo más común es usar 95 decibelios y en conciertos de rock hasta 105 dB. Estos niveles tienen una ponderación tipo C, ya que el oído no se comporta por igual a distintas presiones sonoras. Si se sube la presión se aplana la curva isofónica y se escuchan mejor los sonidos graves. En ponderación A no se tienen en cuenta los graves y se recogen solo los sonidos medios y agudos.
Hay que evitar la realimentación o efecto Larsen. Los instrumentos acústicos con caja son proclives a la realimentación ya que la tapa armónica se comporta como un micrófono.
Las condiciones del directo no son ideales nunca, y tenemos que resolver problemas como el de las reflexiones cuando hay objetos delante de las PA (pantallas acústicas) o el nivel de ruido ambiente es grande. Por ejemplo si el público hace ruido a unos 95 dB y nuestro sonido sale con 105dB, estamos ante una relación señal -ruido de 105-95dB = 15dB.
La microfonía de proximidad (hablar cerca del micro) hay que equilibrarla quitando graves, por lo que a veces hay que sustituir los micros por pastillas a las guitarras acústicas para mejorar el sonido.Por otro lado hay que aumentar graves al bombo de la batería y al bajo.
Es muy importante la colocación de los altavoces para lograr el área de cobertura deseado poniéndolos apilados en línea o line arrays. Así se crean lóbulos de radiación de sonido sin mezclas, ya que la proyección del sonido se hace por separado con difusores acústicos con menor ángulo de incidencia.
La pérdida de potencia con la distancia se compensa por la forma de onda que se produce en el altavoz. El número de cajas acústicas va en relación con la cobertura que buscamos, y no incrementando la potencia de las etapas de salida.
Para ello se usan los line arrays, los cuales evitan los pasillos de cancelación.
Hay que estudiar muy bien el lugar donde se apilan las PA para que estén a distancias una de otra, entre ½ y ¼ de la longitud de onda más alta que se quiera reproducir. Así no se producirá interacción entre el sonido que sale por cada altavoz.
Los subgraves o subwoofers se ponen también en line arrays para crear un frente de ondas plano para atacar por igual al área que vamos a cubrir.
En general, es mucho mejor, estudiar los ángulos y la disposición de las PA que corregir después con la ecualización. También se deben usar cuantos menos micrófonos mejor. No es extraño que un micrófono capte la señal del instrumento de al lado.
Las puertas de ruido, que enmudecen los sonidos por debajo de un nivel preestablecido deben ser usadas con cautela, ya que podemos perder bastante. Por ejemplo, el micrófono de la caja de la batería no debe usarla.
Sobre el tipo de micrófono usado hay que decir que se usan más por su robustez los dinámicos (p.e. Shure 58) aunque la respuesta en frecuencia para altas frecuencias es pobre debido a su masa móvil, para lo que se le ponen filtros resonadores para mejorar su respuesta.
Los micros de condensador son más delicados, pero ofrecen una respuesta mejor, dependiendo de su tamaño, claro. Estos necesitan de alimentación fantasma. Los del tipo electrét conjugan una fórmula asequible y de buena calidad.
Gráficas que relacionan frecuencia e intensidad de sonidos que son percibidos igual de fuerte, por lo que se puede dibujar una curva con puntos que tienen la misma sonoridad.
El oído no se comporta igual a diferentes frecuencias. Perdemos sensibilidad en las graves y las agudas, por lo que oímos más las medias. Eso exige que a la hora de hacer mediciones hagamos correcciones para Obtener valores lineales.
Efecto de realimentación acústica cuando se acerca el micrófono al altavoz.
Pantalla acústica o caja que contiene los altavoces.
Angulo con que llega una onda sonora.
Es el espacio que recorre una onda desde el inicio al final de una oscilación completa. La velocidad de propagación está relacionada con la longitud de onda y con la frecuencia.
Elemento que limita un nivel por debajo y por encima el sonido para discriminar cuándo un sonido será amplificado o rechazado por el Sistema de previo.